Muchas veces es muy difícil distinguir entre el comportamiento normal de un adolescente y un problema serio. No hay una fórmula para determinar si su hijo se huirá de casa. Aunque ninguna de estas sugerencias definitivamente distingue si su hijo está pensando en marcharse de casa, pueden ser indicativas de la intención de irse.

Cambio en su comportamiento: Cambios dramáticos y repentinos en el comportamiento usual de su hijo puede ser una advertencia. Algunos ejemplos: su adolescente decide no comer o comer demasiado, no duerme bien o duerme mucho, pasa demasiado tiempo solo o pasa mucho tiempo fuera de la casa con sus amigos. Estos cambios que ocurren de repente pueden indicar que su adolescente está agitado y quizás no está manejando su estrés apropiadamente.

La rebeldía. Las notas bajan, llega tarde a clase, constantemente desobedece las reglas de la casa y empieza a pelear. Todo esto significa que existe algún problema.

Amenaza de escaparse de casa: ¿Tu hijo ha lanzado una indirecta que desea marcharse de casa? A veces se oye rumores por la familia, amigos, los padres de los amigos o por la escuela que su hijo tiene la intención de escaparse de la casa. Tome estas amenazas seriamente y enfréntelas.

Ahorra dinero de dinero o provisiones: ¿Ha retirado dinero del banco su hijo adolescente? ¿Hay una bolsa de ropa en el armario? Para sobrevivir los jóvenes necesitan dinero y recursos. Este comportamiento puede indicar que su hijo está preparándose para escaparse rápidamente.

Es importante afrontar sus sospechas al momento. Claramente y calmamente ofrezca hablar con su hijo. Escúchelo y ayúdelo a hablar de la situación, o si no, ofrézcale encontrar a otra persona con quien pueda hablar. Dele apoyo y ofrézcale maneras positivas de enfrentar los problemas que está confrontando. Asegúrele que usted está comprometido en ayudar y resolver los problemas.

Un buen consejo: Escriba tu número de teléfono en el fondo de los zapatos de tu hijo para que puedan identificarle y encontrar ayuda si la necesitan.