Reunirse con su hijo de nuevo puede ser un evento estresante para usted y su hijo. Usted sentirá varias emociones-aliviado, enojado, culpable-pero todos estos sentimientos son completamente normales.
Algunas cosas de tomar en cuenta:
Dígale a su hijo que usted está contento porque regresó a la casa.
Aunque usted esté enojado, asegúrese que sus primeras palabras son calmadas y agradables. Muchos jóvenes tienen miedo de regresar a la casa porque creen que los padres estarán furiosos y no quieren confrontar a sus padres. Respire profundamente y dígale que está aliviado de tenerlo en la casa otra vez.
Permita tiempo para que su hijo se establezca de nuevo en casa.
Cuando los jóvenes se escapan de la casa les hace falta lo básico como la comida, la ducha, ropa limpia, y un lugar donde puede dormir tranquilamente.
Busque los servicios médicos.
Una visita al doctor familiar quizás será necesaria. No fuerce a su hijo recibir esta ayuda sino hágale saber que su preocupación principal es que esté sano.
Hablen y tomen tiempo de estar juntos.
Concéntrense en buscar juntos soluciones para asegurarse que esto no ocurra de nuevo. Asegúrele a su hijo que hay muchos problemas que requieren tiempo para resolver o mejorar. Decida comprometerse en ayudarle a su hijo a encontrar una manera sana y razonable para enfrentar estos problemas.
Avise a todas las personas que contactó anteriormente, incluyendo la policía, que su hijo ha regresado a la casa.
Busque asistencia.
Hay organizaciones y personas en la comunidad que pueden ayudar a su familia. El consejo podrá ayudar a su hijo. Pedir ayuda es una seña de valor y demuestra que usted toma en serio la situación.
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