¿Cuál es la mejor manera de motivar tu hijo en las actividades
escolares? Su hijo adolescente le necesita en su vida
mucho más de lo que está dispuesto a admitir (a sí mismo o a usted) -aunque
quizás quiera que usted esté presente bajo otras condiciones que antes. Algunos
padres malinterpretan las señales que sus hijos les dan y se alejan demasiado
rápido.
Por ejemplo, para los niños de nueve años de edad, aproximadamente el
75 por ciento de los padres reportan un alto nivel o un nivel moderado de
participación en las actividades escolares, pero para los jovencitos de 14
años, el nivel de participación de los padres se ha reducido al 55 por ciento.
Y en los años de la secundaria, el nivel se reduce aún más.
Los estudios científicos demuestran que los
adolescentes se desarrollan mejor en la escuela cuando sus padres participan en
sus vidas y que la educación funciona mejor cuando los maestros y los padres
trabajan juntos. Aquí les damos algunos consejos para seguir participando en la
vida escolar de su hijo:
Fije las reglas para su hijo al principio del
año escolar. Desde el primer día
de clases, asegúrese que su hijo sabe a qué hora usted espera que se vaya a la
cama y a qué horas se debe levantar, qué necesita para prepararse para la
escuela cada mañana y cuánto tiempo necesita para llegar a la escuela.
Asegúrese que él sepa bien a qué horas se le espera durante la semana y en los
fines de semana. Asegúrese también que su hijo entienda que usted anticipa que
él va a poner su mejor esfuerzo por hacer lo mejor que pueda en la escuela.
Infórmese sobre la escuela de su hijo. Entre más sepa, más fácil será ser padre.
Pida un manual escolar. Este folleto lo sacará de muchas dudas durante el año
escolar. Si su escuela no tiene un manual, haga preguntas. Pregúntele a los
maestros o al director: ¿Qué clases se ofrecen aquí? ¿Cuáles clases son
requisitos básicos? ¿Cuáles son sus expectativas para mi hijo? ¿Cómo miden el
progreso de los estudiantes? ¿Cuáles son las normas y los reglamentos de esta
escuela?
Infórmese cuáles son los reglamentos escolares
sobre la tarea. Es muy importante que
usted esté informado sobre los reglamentos escolares que tratan con la tarea,
puesto que en el nivel secundario, la tarea es mucho más importante para
determinar las calificaciones y resultados de los exámenes que en la primaria.
Investigue con los maestros con qué frecuencia encargan tarea y más o menos
cuánto se debe tardar su hijo para terminarla. Nunca haga la
tarea por su hijo. Sin embargo, asegúrese que él se esfuerce por completar su
tarea.
Ayude a su hijo a organizarse. Muchos adolescentes se distraen muy
fácilmente. Con tanto que hacer y pensar, no nos debe sorprender. La cantidad
de tarea y las actividades extraescolares aumentan al mismo tiempo que ellos
están cambiando físicamente, están desarrollando nuevas relaciones y están
tratando de independizarse más. Los jovencitos responden a estos cambios de
varias maneras, pero muchos de ellos se pierden fantaseando, se vuelven
olvidadizos, pierden las cosas y parecen no fijarse cómo corre el tiempo. No es
raro que un alumno de secundaria termine una tarea pero se le olvide
entregarla.
Algunas escuelas ayudan a sus alumnos a
desarrollar destrezas de organización. Otros esperan que usted se las enseñe.
No importa el caso, usted puede:
Repasar el horario con su hijo para asegurar
que no se haya sobreprogramado. Hablen sobre cómo fijar prioridades y dejar
ciertas actividades si es necesario, o arreglar el horario para que encajen
mejor.
Ayúdele a desarrollar buenos hábitos de
estudio. Fijen una hora específica para hacer la tarea. Hablen sobre la tarea.
Asegúrese que entiende lo que se espera que haga. Asegúrese que tenga un
calendario para anotar su tarea, y una mochila con carpetas para acomodar la
tarea sin que se le pierda.
Ayude a su hijo a comenzar sus trabajos de
investigación y otros proyectos mayores llevándolo a la biblioteca o ayudándole
a localizar fuentes de información en sitios Web que sean adecuados.
Ayude a su hijo a evitar las prisas de último
momento al seguir un horario que le permita una buena preparación de antemano
para los exámenes y otras pruebas.
Trabaje con su hijo para mantener su mochila
bien organizada y su cuarto limpio.
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