Guía al adolescente pero no intente controlarlo |
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En la sección anterior hablamos sobre la importancia de adoptar una
actitud balanceada entre imponer reglas duras y darles demasiada libertad. Con
la mayoría de los adolescentes, la manera más fácil de alcanzar este balance es
al guiarlos sin controlarlos.
Los adolescentes necesitan oportunidades para
explorar distintos roles, probar nuevas personalidades y experimentar. Lo cual
implica que cometerán errores y deberán aprender a aceptar los resultados. Pero
los padres necesitan guiarlos para que los jovencitos eviten cometer demasiados
errores.
Usted puede ser un buen guía al escuchar cuidadosamente y hacer
preguntas que ayuden a que su hijo reflexione sobre las consecuencias de sus
acciones: "¿Qué sucedería si permites que un amigo borracho te traiga a
casa?" Sus consejos serán más aceptados y apreciados si usted también le
pide consejos y los sigue, siempre y cuando sean razonables: "¿Qué
cocinamos para la fiesta de cumpleaños de papá?" "No tengo que
trabajar el sábado. ¿Hay algo especial que quieres que hagamos?"
Guiar o controlar al hijo adolescente
La línea divisoria entre guiar y controlar puede ser distinta para
cada persona. Algunos niños, ya sea que tengan 7 o 17 años de edad, necesitan
mayor firmeza y menos privilegios que otros niños de la misma edad. Una maestra
nos explica cómo las diferencias en el comportamiento de sus dos adolescentes
crearon la necesidad de definir los límites para cada uno: "Mi hija
entendió muy bien que si se suponía que llegara a las doce de la noche, esto
significaba que debía estar tras puertas cerradas antes de las 12, o ya debería
haber llamado de la sala de urgencia para informarles que se había partido una
pierna. Mi hijo, 15 meses menor que ella, pensaba que la misma regla
significaba que la hora de llegada de las 12 significaba que a las 11:59 nos
llamaría para informarnos que llegaría después de comerse la pizza que él y sus
amigos acababan de pedir y después de haber dejado a seis de sus amigos en sus
casas."
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